Un 12 de octubre de 2015, hace 9 años, comenzó la aventura del Hospital Shell. Hace un año, en 2023 atravesamos la crisis más grave, la cual superamos de buena manera gracias a la intervención de Dios. Nuestro equipo ha crecido en conjunto, los empleados han asumido responsabilidad, especialmente los líderes, Ing. Ela Villacís y Dra. Aslín Santos.
Desde el principio nuestro objetivo fue independizar el hospital de las donaciones. Actualmente estamos alcanzando más del 90% de eso y estamos contentos con el desarrollo futuro, especialmente respecto al año pasado, cuando teníamos un déficit enorme y estábamos al borde de la quiebra.
La parábola de Jesús que nos insta a edificar nuestra casa sobre la roca durante una tormenta se volvió importante para mí estos días. Jesús es nuestra roca. Por su cuenta, hace 11 años fundamos la Fundación con un equipo. Muchos de ellos se fueron por diversos motivos y se sumaron otros nuevos. El equipo base ha crecido unido. Queremos trabajar como ejemplos en medicina y animar a otros a hacerlo también. Esto está sucediendo cada vez más.
Ha demostrado su eficacia en las tormentas. En otras palabras: Jesús es la roca sobre la que se construye el Hospital Shell y queremos celebrarlo una y otra vez. Él comenzó la obra y la continuará. No depende sólo de líderes talentosos. ÉL lidera a SU manera.
Al crear la fundación, los doctores Wolff pensaron en una junta directiva en
Quito, que supervisaría desde allí el hospital de Shell. Eso ahora ha cambiado. La mayoría de los miembros de la Fundación están directamente relacionados con Shell. Al principio teníamos miedo de las relaciones de amistad que puedan considerarse un conflicto de intereses, pero ahora los estatutos lo prohíben. Por eso, Jorge Rivera, el director, trabaja ocasionalmente como oftalmólogo en Shell.
Contamos con el Dr. Bezemer, un médico especializado en medicina tropical originario de Holanda. Durante más de un año, el Dr. Bezemer ha logrado mantener los precios de consulta a un costo muy accesible gracias al apoyo de un donante, quien ha cubierto una significativa parte de las compensaciones mensuales. Sin embargo, este beneficio finalizará al término del 2024. A pesar de esto, el Dr. Bezemer ha estado comprometido con nuestra misión durante muchos años en calidad de colaborador a tiempo parcial, y continuará brindando su valioso apoyo durante más tiempo en el próximo año. Además, algunos de los empleados de la fundación ya se han integrado plenamente en el equipo del hospital, fortaleciendo nuestro servicio.
En una reciente reunión, se estableció una nueva unidad dentro del equipo directivo, marcando un paso clave hacia la innovación y el fortalecimiento de nuestra estructura organizacional. Hemos reestructurado las finanzas. Estamos satisfechos con el crecimiento del Hospital.
Por primera vez tenemos más médicos en cirugía general de los necesarios, contamos con 3 cirujanos del Hospital Vozandes de Quito, ellos se turnan para ayudarnos de lunes a jueves durante estos meses, y esperamos que siga así por más tiempo. Además, se unió a nuestro equipo el Dr. Eladio Pupo, un nuevo cirujano, el ha expresado que no solo busca ser el reemplazo de fin de semana en las cirugías. Es fundamental que ambas partes lleguen a un acuerdo. Oremos por una pronta y clara resolución.
Finalmente, también hay cambios en las finanzas. Algunas zonas tienen que ingresar más dinero porque hay que cubrir gastos generales como energía eléctrica, limpieza, etc. Ecuador sufre una sequía extrema, las centrales hidroeléctricas tienen muy poca agua, el resultado: cortes de energía eléctrica para la población de hasta 11 horas al día, lo que cuesta en ocasiones más de 1.000 dólares al mes en combustible para el generador eléctrico a base de diésel. Además en periodos de tiempo hay carreteras cerradas debido a trabajos de reparación o deslizamientos de tierra. Es necesario reemplazar los puentes porque los pacientes no pueden llegar al Hospital. El país se encuentra en un constante estado de crisis debido a problemas políticos y la actividad delincuencial de los cárteles internacionales de la droga. Estamos trabajando en esta crisis. Esto muestra por qué un Hospital misionero con enfoque internacional es una roca en medio de la tormenta, especialmente en esta parte del mundo, y por qué Jesucristo nos colocó allí. Gracias por todo su apoyo en oración y donaciones,
El equipo del Hospital Shell
Eckehart y Klaudia Wolff
Donaciones a favor a:
Fundación Misión Cristiana de Salud
Shell, Pastaza
Banco Internacional
CC 653572 BINTECEQ
RUC 1691716704001